Ímprobo el peso de mi cuerpo, llagas en mis talones y
escaras en mis caderas.
No noto el movimiento de mis manos cuando intento
acariciarla. Casi no veo, mis lágrimas emborronan mis inmediaciones.
No trago, no puedo, me dan de comer a través de una
sonda y no me dejan levantarme al servicio, me ponen pañales. Me atan con
correas dos veces al día y con un elevador me levantan, como si levitara por
encima de mi cama, para cambiarme las sábanas, lavarme y cambiarme de postura y
aún así, mi piel se agrieta y supura.
Lo bueno es que me tienen informado de todo (aunque
tengo la sensación de que llevo meses medio atontado, porque hablaron de la
navidad y del cumpleaños del pequeño, de una boda a la que no recuerdo haber
ido...)
Me dicen todos los días: "Te quiero".
Yo grito : "Os quiero" pero...no me oyen...